Los electrodomésticos, según los estudios, tienen una vida útil de entre 10 y 16 años. Si tenemos en cuenta que trabajan continuamente, esta cifra es bastante amplia. Eso no implica que depositemos nuestra confianza en ellos, ya que durarán más tiempo si los cuidamos mejor.

Temperatura
En primer lugar, debemos decidir a qué temperatura poner el refrigerador. Una temperatura de 4ºC a 5ºC es buena. Confiar sólo en la rueda interior no es práctico. Cree un termostato e instálelo en el interior del frigorífico.
Los alimentos que están calientes no deben introducirse en el refrigerador, ya que al hacerlo se produce un descenso de la temperatura. No los pase por alto. Deje que estén al exterior para que se enfríen.
Puertas
La mayoría de nosotros hemos abierto erróneamente la puerta del refrigerador a la hora de elegir qué comer. Según diversos estudios, esta actividad hace que los frigoríficos pierdan hasta un 7% de frío.
¡Ahora ya es consciente de esto! Piense en lo que quiere comer antes de abrir la nevera. Además, el interior de las puertas debe mantenerse siempre ordenado y limpio.
La junta de goma de su frigorífico tendrá fugas de aire si no está bien sellada. Como consecuencia, el aparato tendrá que trabajar más de lo necesario, desperdiciando energía. Primero hay que comprobar que las juntas de goma están libres de residuos.
No dude en ponerse en contacto con un experto en reparación de refrigeradores si tiene algún problema técnico. Esperar puede hacer que el problema empeore. Los expertos en electrodomésticos son personas formadas que se encargarán de arreglar su frigorífico sin que tenga que plantearse la compra de uno nuevo.
Ubicación
La ubicación es otra sugerencia para el cuidado del electrodoméstico. El refrigerador debe colocarse a unos 15 cm de la pared. Además, si el condensador está sucio, el frigorífico no funcionará correctamente. No es necesario limpiarlo todos los días, pero sí al menos cada dos días para evitar que se acumule la suciedad.
